JOAN VANRELL
Santa Bàrbara és un dels catorze sants auxiliadors, cèlebres per haver estat particularment eficaços en respondre a les invocacions dels fidels. Bàrbara de Nicomèdia va fer-se cristiana en secret i quan se n’assabentà el seu pare la volgué matar; aquest la va decapitar i com a càstig un llamp el matà quan tornava cap a casa. L’associació amb el llamp que matà son pare va fer que fos invocada com a protectora contra els llamps i el foc i, a partir d’aquí, va associar-se als explosius, l’artilleria i les mines.
L’activitat minera a Sineu s’inicià a la darreria del segle XIX i es perllongà fins a inicis de la dècada dels setanta del segle passat; uns anys més tard, entre el 1982 i 1985, hi hagué un intent d’explotació a cel obert que finalment fou abandonada. El primer expedient de sol·licitud de concessió de mines de lignit a Sineu és del contractista basc Manuel de Lete Narbaiza (Durango, 1837-Palma, 1923) qui, l’abril de 1895, sol·licitava els drets d’explotació a una zona del puig d’en Bou, a Son Vallfogó, sota el nom de ‘San Pedro’. Dues cròniques aparegudes a la premsa insular en reporten informació de com es celebrava aquesta jornada fes va a inicis del segle XX:
La fiesta de la Patrona de los mineros. La fiesta de hoy en ésta de Sineu á la Patrona de los mineros, ha sido en extremo simpática. Un hombre moreno que nos acompaña, nos señala de trecho en trecho pozos coronados de escombros, excavaciones hechas por su padre… El padre era minero. «Allá, señalando con la diestra una colina, es la mina, todo el montecillo aquel es lignito.» Efectivamente, llegamos allá y, á un flanco, arrimado á la ladera, un porche grotesco cubre un pozo donde el rodar de un torno movido por cuatro hombres desnudos, sube el combustible. A pocos pasos á modo de escondite, se baja por rápida pendiente de peldaños terrosos cuasi borrados al centro de la montaña. ¡Impresión horrible al entrar por primera vez en aquellos abismos! Todo á obscuras, un pequeño farol de luz movediza nos ilumina, cual mirada de algún fantasma, seguido de un séquito de negras siluetas. Todos permanecíamos mudos, con la respiración en suspenso, mas bien por emoción que por otra causa, como si aquella mole pesara un mundo… El propietario de aquella riqueza ignorada hasta entonces, es don Antonio Soler [Antoni Soler i Canudas (Binissalem, 1884-Maria de la Salut, ?) era fill de Ramon Soler i Carreras (Cercs, ?-Binissalem,?) que el 1896, amb altres socis, adquirí la concessió que donà lloc a la mina coneguda popularment com Sa Mina de s’Arraconada], el que en honor de la Patrona ha sido el alma de la fiesta, el que, sin distinción de clases y sentados á la misma mesa ha dado inma comida á los trabajadores, sin olvidar lo que fué, y acompañado de las personas de viso de esta localidad ha presidido el acto. […] El bondadoso y afable don Francisco Lete [Francisco de Lete Vera (Alcúdia, 1875-Sineu, 1918) era el fill de Manuel de Lete Narbaiza] dueño de otra mina, (el primero en esta villa en la explotación de lignito), después de asistir á la misa obsequió á sus trabajadores con almuerzo, licores y habanos, pagándoles doble dieta. […] (La Almudaina, any XXXI, núm. 12383, d’11 de desembre de 1917, pàg. 1).
Los mineros de Sineu a Santa Bárbara. Lucidísimas en extremo resultaron las fiestas que los propietarios explotadores de minas de esta localidad dedicaron a su excelsa patrona Sta. Bárbara. A primeras horas de la mañana ya se veían por doquier comparsas de mineros cuyos alegres semblantes presagiaban la animación que debía reinar durante todo el día. Por indicaciones de sus patronos se reunieron todos en la estación del ferrocarril para recibir la Banda de música del Regimiento de Inca. A los acordes de la misma dirigiéronse todos juntos, así como el numeroso público que presenció la llegada, a la iglesia parroquial, en la cual se cantó solemne oficio realzado por las armonías de la Banda la que, además, ayudó notablemente en los cantos litúrgicos a la Rda. Comunidad. El panegírico estuvo a cargo de nuestro orador sagrado Reverendo don Luis Crespí [Mn. Lluís Crespí i Niell, Guillemet (Sineu (1880-1954)], quien, después de exponer las glorias de la Virgen Mártir, hizo consideraciones sobre el desequilibrio de la sociedad moderna exhortando a patronos y obreros allí congregados a que con nuaran dando tan bello ejemplo de confraternidad sin dejarse llevar de las corruptelas de estos empos. Una vez terminado el oficio, se sirvió un exquisito lunch, amenizado por la Banda, sirviendo como de aperitivo al banquete de unos 200 comensales servido excelentemente por la renombrada fonda Oliver, a cuyo final, y previo el descorche de las imprescindibles botellas de champagne, empezaron los brindis, tomando la palabra el señor Alcalde de ésta [Francesc Crespí i Niell, Guillemet (Sineu, 1882-1953)], el médico señor Fiol, de Llubí y otros. Ante las reiteradas súplicas de la presidencia (formada por el Director de la Banda señor Balaguer, el señor Alcalde, señor Juez, el citado médico señor Fiol, el director técnico de las explotaciones carboníferas don Leopoldo Centeno y los propietarios de minas señores Hermanos Soler, Matas y Cia y otros señores invitados expresamente) y no pudiendo sustraerse a tan amables pe ciones, don Juan Ferragut [Joan Ferragut i Ribas, Minyó (Sineu, 1879-sa Pobla, 1940)], Secretario de nuestro Ayuntamiento y socio administrador de los Hnos. Soler, pronunció sentido y espontáneo discurso, haciendo resaltar el antagonismo tan notable que existe fuera de ésta entre patronos y obreros y la fraternidad del acto, en el cual obreros y patronos reunidos como en familia se confundían así como dando ejemplo a todos. […] Vivas estruendosas y frenéticos aplausos coronaron la improvisada arenga del señor Ferragut con la que se dió por concluido el acto. Una vez terminado el banquete se dió una escogida sesión de cine cedida gratuitamente a los mineros por el señor propietario del mismo don Antonio de España [Antoni d’Espanya i Serra (Palma, 1883-?) muntà una sala per visionar pel·lícules a la quartera que actualment és el local de la Tercera Edat] en la cual representáronse bonitas y escogidas cintas. Entre los semblantes y curtidos por el trabajo de los mineros, destacábanse multitud de risueñas cabecitas de nuestras bellas paisanas que con su presencia eran como complemento de la fiesta. Siguió a esto un admirable concierto dado por la Banda de música cuyas bien interpretadas partituras encantaron a la muchedumbre, dándose por terminado el primer día de fiesta. […] (La Almudaina, any XXXVI, núm. 18426, de 10 de desembre de 1920, pàg 1).
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